martes, 20 de septiembre de 2016

¿Con sombrero o sin sombrero?

Sombrero patrimonio de los viajeros.
Cómo elegir el más adecuado y tradicional sombrero que hace presencia en cuatro países.

Te encuentras de viaje en alguno de nuestros destinos recomendados para viajar y deseas protegerte de las inclemencias del clima. No buscas tan sólo una gorra. Quieres darte un aire, algo que te diferencie del usual turista que pasa por ahí. Así que optas por un sombrero, que combina muy bien con tus prendas de lino y algodón. Te encuentras en la plaza de mercado de uno de nuestros municipios y...

Equipaje, revista de viajes y turismo, aporta una pequeña historia para que elijas ese sombrero que no sólo te protegerá del clima sino que también te acompañará en otras travesías.
Ninguna otra revista de turismo te propone algo que, al tiempo de ser útil, le da color a tus travesías.

No es de Panamá, claro.

El jipijapa, ese sombrero tradicional con ala, hecho de palma, y que devino icónico en lienzos de principios del siglo XX por los pintores naturalistas de la región que recorrieron la fundación del primer tramo del Canal de Panamá, no es del Istmo sino de Ecuador, pero, al igual que la cumbia, al parecer su origen se difumina y su cuna la disputan varios países, incluido Colombia.

De acuerdo con el Banco de la República, existe un lienzo que retrata la costumbre de los trajes típicos del país en la segunda mitad del siglo XIX por el viajero inglés Henry Price quien, en una acuarela de época afirma “se ve que en la fabricación se ocupan a la vez dos o más operarios, algunos de los cuales trabajan a jornal, ayudando a sus maestros” Intitulada “Tipos y costumbres de Colombia”, la escena capta a tres jornales tejiendo la misma cantidad de sombreros. Es rumor que éstos, originarios de Girón y Piedecuesta (Santander), Guaza (Huila), Aguadas (Caldas) eran hechos de unas fibras denominadas iraca, toquilla o jipijapa. Y también que era una próspera industria en los países hermanos, especialmente reputados por los lanceros venezolanos, quienes preferían los de Aguadas, denominados “Aguadeños” por la fibra liviana y la posibilidad que otorgaban de ser ligeros y refrescar la coronilla en los largos trayectos que hacían las tropas en la primera parte de ese siglo.

Pero sí es patrimonio de los viajeros

El jipijapa, o aguadeño para nosotros, se ha transformado en una prenda que cuenta con una aceptación universal por valores relacionados con su diseño, como lo son la ligereza, la elegancia y cierta aura de tradición que da llevarlo puesto, dado que combina con todas las prendas y sus diversas gamas cromáticas. De hecho, como ocurre con este tipo de fenómenos culturales, el tejido de este sombrero es realizado por indígenas de distintas partes del país, que le incorporan sus valores en forma de bordados o de manufactura para que el accesorio como tal adquiera rasgos de identidad particulares, de acuerdo a la zona y a las tradiciones en que se teje.


¿Cómo se identifica un Panamá?


Nuestros consejos para viajeros te darán la seguridad de elegir un buen sombrero siempre y cuando reconozcas los siguientes elementos:

• El sombrero debe ser de fibra natural, no sintética, y lo reconoces al tacto por cierta aspereza que da al percibir el labrado externo de éste

• Un Panamá o Aguadeño, tiene una cinta negra que orla la circunferencia del sombrero; aunque a veces la cinta es suprimida por una pequeña correa de cuero para ajustarlo

• Absolutamente blanco, en el caso del Aguadeño y con dos pequeñas depresiones en la parte superior para agarrarlo con alguna de las dos manos y hacer la venia a las damas, por ejemplo, como se estilaba a finales del siglo XIX y principios del XX

• Se puede enrollar...lo que es un dato curioso. Y esto era una característica válida para, por ejemplo, conservarlo en circunstancias climáticas adversas

• También horma a la perfección, eso sí, es mejor calarlo totalmente para proteger la piel de las insolaciones

• Hay en toda la gama de precios, desde el tejido básico hasta el de borlas con fibras especiales de cáñamo, por ejemplo, tanto que en algunas tiendas se venden como objeto de lujo para turistas

• También hay de alas largas, como el que se consigue en el Sinú, o medio, como el Aguadeño, o corto, como el tradicional Panamá que inspiró al Fedora, el popular sombrero norteamericano de fieltro de la década del cuarenta

• Los Panamá ecuatorianos tienen denominación de origen desde hace veinte años y son patrimonio de esa nación: se hacen en fibras biodegradables

Así que, llegado el momento, puedes acercarte, palparlo y tomar la decisión adecuada basada en la historia que hasta aquí Equipaje, Revista de Viajes, te ha contado.

Y ahora, puedes recorrer más kilómetros, con nuestros consejos viajeros y un buen sombrero sobre tu cabeza.


Para más tips para viajar sigue con nosotros en la siguiente entrega. ¡Disfruta!


Imágenes provistas por Pixabay.



Articulo tomado de: Revista Equipaje.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Consejos para vestirse como un mochilero y no morir en el intento

Consejos para mochileros
Indumentaria y turismo no están separadas por los dictados de la moda. Todo lo contrario, la industria textil aprovecha el imaginario del viaje para inspirarse con el objeto de producir vestuario que sea tendencia masiva más allá de las pasarelas. No ha sido de otra forma para ambos sectores: construir una relación de mutuo beneficio en la que prima la comodidad y la oferta, ajustadas a diferentes experiencias de viaje.

La moda encuentra un elemento común: la necesidad de contar historias a través de texturas y colores. Los viajes proveen nuevas sensaciones que la moda retoma en prendas que superan su objetivo inicial y luego terminan siendo usadas por todos. En Equipaje, tú revista de viajes, te invitamos a conocer algo más del estilo mochilero o backpacker.

El auge del backpacking en el nuevo siglo es un fenómeno que ha sido aupado por la Internet: las redes sociales, las revistas de turismo digital, sus asociadas, las páginas de recomendación y los blogs temáticos. En un mundo interconectado, la aventura está presente y no ha desaparecido. Hay aún campo para el misterio que los viajes promueven y la moda conoce a plenitud. Todos los días más personas, por economía y por elección de vida, eligen recorrer el mundo como mochileros. El boca a boca promueve activamente lo que ha terminado siendo un estilo dentro de la experiencia del viajar. Sin embargo, no todos los viajeros prefieren este estilo pese a la buena prensa que disfruta.

A pesar de todo, algo que atrae a propios y extraños es su estética. La del mochilero que recorre el mundo con prendas livianas, colores caqui y accesorios para proteger su cuerpo de las inclemencias del clima. Al fin y al cabo, la moda derivó el vestuario Hippie y la combinación de accesorios coloridos en la tendencia Hippie Chic de 2013. En nuestra sección consejos para viajeros daremos algunas indicaciones de cómo aprovechar mejor el vestuario y los implementos mochileros para lucir como uno de ellos.

Ser mochilero es una actitud.

Lo que une a los aventureros de todo cuño es la comodidad. Sea que te alojes en un Cinco Estrellas o reserves por AirBnB, y dejando a un lado los morrales -por el momento- una pinta mochilera está constituida por los siguientes elementos, que puedes tener a bien considerar:

• Pantalones, shorts o faldas cargo: clásicos de la aviación de la Primera Guerra Mundial y transformados para el uso popular, de la misma forma que el Jean, el utilitario por excelencia está constituido por lino o algodón, y su característica básica es la funcionalidad de sus ocho bolsillos, disponibles para cargar cuanta cosa quieras tener a la mano.

• Camisetas respirables: manga corta, de tejidos ligeros para facilitar la transpiración, son aptas para climas extremos; combinadas con una chaqueta rompevientos, la popular Hoodie (capucha y cierre), son la combinación ideal para resistir cambios severos o climas fríos.

• Botas: todo un universo a tus pies, desde las que son lisas, sin costuras, hasta las que tienen suela con guayas para caminar sobre superficies con hielo, un buen mochilero siempre elige una de acuerdo a sus necesidades. Prima la comodidad y la resistencia: pueden acompañarte en varios de tus destinos recomendados para viajar así que encuentra unas con pocas costuras, buena suela y un peso adecuado para tus caminatas. ¡No olvides unas sandalias!

• Sombreros, gorros o unas gafas: como protección para el sol, además del uso intensivo de protector UV, también sirven para dar tono al vestuario elegido.

• El morral (no necesariamente uno de 45 libras) pero sí una que sea funcional: buena disposición de contenedores para hidratación, documentos, portátil, entre otros; recomendable un cubremochila impermeable, un óptimo y ergonómico espaldar para soportar el peso.


Luego de conocer la indumentaria básica, ahora puedes preparar mejor un outfit relacionado con el aspecto mochilero y poner tu propio estilo para la nueva experiencia.

Equipaje, tu revista para viajes en Colombia, desea lo mejor en la aventura que estás a punto de vivir.

Articulo tomado de: Revista Equipaje